CANBERRA EN MALVINAS: LOS B.62 y T.64
Por Silvio Sosa - Dibujos: Juan José Martin
En la Fuerza Aérea Argentina
La Fuerza Aérea Argentina habìa incorporado, apenas empezada la década del ‘ 70, los bombarderos Canberra a su dotación. Sobre un total de 12 aeronaves, de las cuales 10 eran B.62 y 2 los entrenadores T.64 , hacia el principio del conflicto había en servicio 10 aeronaves. Esto marca que el “ Escuadrón Canberra “ tenía un buen nivel de seguridad al haber perdido solamente 2 aviones a lo largo de 12 años. Los Canberra del Grupo de Bombardeo 2 estaban pintados con colores típicamente ingleses : Dark Green y Medium Sea Grey . Los numerales de estos estaban pintados en blanco, con la letra B. Los números, también en blanco, a su vez iban desde el 101 al 110, para los B.62 , y 111 y 112 para los T.64. Podrán apreciar mejor los detalles en los gráficos que ilustran el texto. La única diferencia exterior entre los B.62 y T.64 es la proa, mientras los primeros tenían la proa acristalada , debido a que portaban el equipo de puntería, los segundos la tenían enchapada en aluminio.
Detalle de la proa del Canberra T.64 matrícula B-111, y escudo del Grupo de Bombardeo 2. |
El primer despliegue del Grupo 2 se realizó en la Base Aeronaval Trelew ( BAN ), donde llegaron 8 aviones. Esta base patagónica era la más alejada del teatro de operaciones. La distancia (1.080 km ) no presentaba un problema para la buena autonomía del avión. Cuando el despliegue se completó, comenzaron las prácticas de manera intensiva , las cuales inicialmente se centraron en ataques antibuque. Como veremos, la máxima preocupación de la Fuerza Aérea era la sofisticación de los buques de la Armada inglesa. De todas maneras se suponía que sería una misión bastante arriesgada.
El B-109, actualmente preservado en el Museo Aeronáutico de la Nación en estado de vuelo, aquí en una exposición realizada en el Aeroparque de la ciudad de Buenos Aires. |
En Malvinas
El 1º de Mayo, fecha en la comenzaron los combates, se planificaron 3 salidas con Canberra . La primera de ellas no encontró los blancos, pero en la segunda se vieron en inferioridad de condiciones, puesto que fueron interceptados por los Sea Harrier del “Invincible”. Estos derribaron al B-110 , cuyos tripulantes, Teniente 1° Ibáñez y González, se eyectaron pero no pudieron ser recuperados nunca. El guía de la escuadrilla volvió a los pocos minutos para buscarlos , pero de todas maneras fue una búsqueda infructuosa. Así también fueron en vano los esfuerzos por parte de la Armada para recuperar a dichos pilotos. A partir del 1º de Mayo , y con la experiencia de lo sucedido , las prioridades de bombardeo de los Canberra cambiaron . Esta fue una medida saludable debido a la indefensión que estas aeronaves tenían con respecto a los aviones de la Royal Navy . Basta recordar que del episodio relatado pudieron escapar gracias a la habilidad de las tripulaciones que, con maniobras evasivas, pudieron esquivar a tres de los cuatro Sidewinder AIM 9L que fueron lanzados por los Sea Harrier del 801 Sqn. Fue así que hasta el 21 de Mayo el Grupo 2 tuvo tiempo de evaluar nuevamente sus tácticas. A partir de esa fecha comenzaron a operar desde gran altura y de noche. Así, los Canberra comenzaron a bombardear , prioritariamente , concentraciones de tropas y materiales. Estas operaciones se produjeron sobre la Bahía de San Carlos, contra las tropas allí estacionadas . A medida que la guerra se intensificó, y que los ingleses se aproximaban a Puerto Argentino, los Canberra siguieron bombardeando a las tropas británicas hasta el último día del conflicto. Si bien estas incursiones no eran del todo precisas , generaban incomodidad entre las tropas inglesas . Tal fue así que la Royal Navy intentó en vano neutralizarlos. En varias ocasiones los Sea Harrier despegaron en alerta para interceptarlos , pero el oportuno Control desde Puerto Argentino (CIC Malvinas), con el radar AN-TPS 43F, evitó siempre tales intercepciones. De todas maneras, hacia los últimos días de la guerra, las formaciones de Canberra volaron con escolta de los Mirage III del Grupo 8. En una de estas últimas misiones, el B-108 fue alcanzado por un misil Sea Dart del destructor “Exeter”, derribándolo . Su piloto, el Capitán Pastrán, pudo eyectarse, no así el navegante, Capitán Casado. Como dato curioso, un par de Canberras atacaron a un petrolero de bandera liberiana que supuestamente llevaba combustible para la Task Force. Se puede apreciar en uno de los dibujos el perfil de uno de los aviones que efectuaron el bombardeo, con su respectiva “kill mark”.
Proa del Canberra B.62 matrícula B.105 y sus "kill marks".
El Grupo 2 cumplió en total 35 misiones, de las cuales 25 fueron bombardeos nocturnos, y se arrojaron 45 toneladas de bombas , a costa de dos aeronaves y de tres tripulantes. Como final de la nota es de destacar que los Canberra del Grupo 2 fueron desprogramados 12 años después, cuando quedaban operativas apenas dos máquinas . Para la Fuerza Aerea Argentina y los pilotos que volaron sus bienamados Canberra, aterrizaron para un merecido descanso después de 30 años y una guerra.